El cine, proporciona al niño la posibilidad
de sumergirse en mundos semejantes o diferentes al suyo, además de encontrar
una explicación coherente del porqué de cada cosa que lo rodea y poder
comprender o aproximarse a los valores de la cultura en la que vive.
Los niños son excelentes imitadores incluso durante los primeros meses
de vida. Aprenden las expresiones de los padres y de personas cercanas a ellos.
Como ellos imitan permanentemente, es lógico que también lo hagan con los
personajes que ven en las películas infantiles.
Por lo tanto, el cine puede y debe servir de apoyo en el desarrollo del niño, se ha de adaptar a su edad y cumplir una serie de características que le otorguen una validez. El maestro ha de tener una formación que le permita conocer el lenguaje del cine, así se convierte pasados los años en un auténtico vehículo que acompaña a la literatura infantil.
Referencias bibliográficas:
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