El concepto de
imagen corporal es un constructo teórico muy utilizado en el ámbito de la
psicología, la psiquiatría, la medicina en general o incluso la sociología. Es
considerado crucial para explicar aspectos importantes de la personalidad como
la autoestima o el autoconcepto, o para explicar ciertas psicopatologías como
los trastornos dismórficos y de la conducta alimentaria, o para
explicar la integración social de los adolescentes.
Este desarrollo de nuestra autoimagen y autoconcepto
comienza desde la niñez en el seno familiar y con las experiencias e
información que asimilamos del entorno. Dicho desarrollo le hacemos en base a 3
componentes:
- Perceptivo:
tamaño
y forma de nuestro cuerpo.
- Cognitivo-afectivo:
los
pensamientos, sentimientos y valoraciones que nos provoca nuestro cuerpo
(tamaño corporal, el peso, determinadas partes del cuerpo que nos gustan
más, etc.).
- Conductual: las consecuencias de lo
anterior. Debido a cómo percibo mi cuerpo y cómo me siento con él,
modifico mi comportamiento y adopto una actitud determinada (me acepto o
me rechazo).
El producto de la autopercepción es subjetivo y puede
discrepar con la realidad. Esto puede llevar a diversas enfermedades, que no
solo conllevan cambios físicos, sino también psíquicos y sociales. Algunas de
ellas son:
- Anorexia:
La anorexia es una alteración de los hábitos y/o
comportamientos involucrados en la alimentación motivada por la preocupación
por la comida y el temor a ganar peso.
La persona enferma inicia un régimen para perder peso
que conlleva la reducción de la cantidad de alimentos que se ingieren.
- Bulimia:
La bulimia es un desorden alimenticio causado por la
ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y es aspecto
físico.
La
persona enferma sufre episodios secretos de ingesta compulsiva de alimentos,
seguida por métodos inapropiados para controlar el peso (como el vómito
auto-inducido, el abuso de laxantes o la excesiva realización de ejercicio
físico).
Como consecuencias de estas enfermedades se pueden
desencadenar múltiples trastornos:
- Somáticos:
son
debidos a la mala nutrición o al abuso de laxantes. Pueden ser problemas
dermatológicos (color de piel blanco o amarillento, arrugas en la cara,
uñas quebradizas, irregularidades menstruales, deficiencias de calcio y
problemas óseos, alteraciones circulatorias, disminución del interés
sexual, pérdida de dientes, etc.
- Emocionales:
obsesión,
inestabilidad, culpabilidad, temores, ansiedad, irritabilidad,
susceptibilidad, malhumor, depresión, tristeza, odio, etc.
- Conductuales:
reducción
del repertorio de comidas, ejercicio físico excesivo, atracones seguidos
de vómitos, comportamientos extraños, impulsividad, mentiras, consumo de
alcohol y drogas, etc.
Referencias
bibliográficas:
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