Función de los
docentes.
Todos sabemos cuál es el papel que ocupa la televisión en
nuestros centros actualmente, los usos que se hace de ella y los juicios de
valor que se vierten sobre ella. Pero, por el contrario, hay una realidad
social incuestionable y es que este medio está significativamente presente en
la vida de nuestros alumnos y sus familias.
Su influencia es más que evidente y su poder mediático es
tal que llega a cuestionar y transformar poderosamente la realidad y su
relación con ella de quienes la ven asiduamente sin los convenientes filtros o métodos
de análisis.
Ante estos hechos, el centro educativo no puede permanecer
impasible, el fenómeno televisivo debe entrar en las aulas al igual que las
Nuevas Tecnologías para que nosotros, como futuros docentes, nos podamos apoyar
de varios recursos a la hora de dar una clase y sea significativa para el
alumno.
La gran variedad de programas que se emiten en las
diferentes cadenas de televisión, nos permite una previa selección y adecuación
de los objetivos que nos propongamos alcanzar, aprovechar gran cantidad de
ellos como elementos motivadores, de soporte didáctico y material de trabajo en
las diferentes áreas del currículum de nuestros alumnos.
Los riesgos de ver
demasiada televisión en los niños.
-Sacar malas notas en la escuela.
-Leer menos libros. Demasiada televisión resta tiempo a la lectura.
-Hacer menos ejercicio físico. La televisión supone un grave
peligro de sedentarismo para los niños.
-Tener problemas de sobrepeso.
-Convertirse en niños pasivos. La celeridad con la que pasan
las secuencias de las imágenes en televisión puede hacer perder a los niños el
gusto por los juegos tradicionales.
Todo el trabajo que pudiéramos desarrollar con nuestros
alumnos sobre el tema de la televisión, sería incompleto si no contáramos con
la necesaria presencia y colaboración de sus padres. Es conveniente articular
una serie de sesiones con ellos para así poder entrar en contacto con el mundo familiar
y social en el que viven nuestros alumnos, ya hemos nombrado en entradas
anteriores que entre el docente y la familia tiene que existir una buena
relación comunicativa. Por lo tanto del fruto del diálogo en grupo y del
conocimiento de situaciones familiares, podremos extraer elementos de reflexión
que nos permitan reorientar los hábitos y valores de las familias.
Funciones en el hogar.
Cada día es mayor la preocupación de los padres y los
educadores en torno al correcto consumo de televisión por parte de los niños y
se genera más conciencia sobre la necesidad de conseguir que éstos desarrollen
y asuman un sentido y una posición crítica frente a los contenidos de este
medio, y sobre lo que ven y oyen en él, para que se formen siendo reflexivos y
elaboren juicios de razón sin esconderles la realidad.
Los temas de la televisión van de los hogares a los colegios
y escuelas donde los menores convierten en asunto diario de conversación lo que
ven, refuerzan sus propios conceptos sobre los mensajes que retienen de la
programación y generan con sus propios significados.
Orientaciones para
los padres.
-Los padres tienen que enseñar a sus hijos a que no hay que
"ver televisión", sino que hay que ver programas de televisión. Así
podremos desarrollar la capacidad de selección y discriminación, que nos
habilitará para ver aquello que nos conviene y no mirar aquello que no nos
conviene.
-Es conveniente tener un horario preestablecido para ver
programas de televisión.
-No conviene dar por sentado que todos los programas
llamados "infantiles" tienen un contenido adecuado. Los padres deben
orientar a sus hijos en este sentido, lo que nos obliga a informarnos adecuadamente
al respecto. Por ejemplo los dibujos de Shin Chan, padre de familia, American
dad, etc.
-Ver o no ver la televisión no debe convertirse para los niños en un premio o castigo.
A continuación os dejo una serie de ejemplos de dibujos
animados para que vosotros mismos podáis juzgar las diferencias que existen entre unos y
otros.
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