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martes, 23 de abril de 2013

El paro y sus manifestaciones.


¿Saben los niños que es el paro?


"Crisis" una palabra que ya todos hemos interiorizado y que usamos prácticamente a diario. Un vocablo que está en boca de todos... ¡hasta de los niños!

Concepto de paro
El término desempleo es sinónimo de desocupación o paro. El desempleo está formado por la población activa (en edad de trabajar) que no tiene trabajo. No se debe confundir la población activa con la población inactiva. Existen tres tipos de desempleo que en economías periféricas suelen ser cuatro (incluyendo el desempleo estacional).




 
 Tipos de paro

Cíclico: Este tipo de desempleo ocurre solo por un ciclo, en este caso, sus consecuencias pueden llevar a países con instituciones débiles a la violencia y finalmente la desobediencia civil. En países desarrollados la situación puede provocar vuelcos desde las políticas de Estado hasta definitivamente la adopción de un sistema económico distinto como pena del debilitamiento institucional. Un caso de desempleo cíclico ha sido la crisis mundial de 1929.

Paro Estructural: El desempleo estructural corresponde técnicamente a un desajuste entre oferta y demanda de trabajadores. Esta clase de desempleo es gravitante y es que, la característica de la oferta suele ser distinta a la característica de la demanda lo que hace probable que un porcentaje de la población no pueda encontrar empleo de manera sostenida.

Paro Friccional: El desempleo friccional (por rotación y búsqueda) y el desempleo por desajuste laboral (debido a las discrepancias entre las características de los puestos de trabajo y de los trabajadores) aparecen aun cuando el número de puestos de trabajo coincida con el número de personas dispuestas a trabajar. Se refiere a los trabajadores que van de un empleo a otro para mejorarse. Su desempleo es temporal y no representa un problema económico. El desempleo  friccional es relativamente constante.
 
Paro Estacional: Por una parte, el desempleo estacional es aquel que varía con las estaciones del año debido a fluctuaciones estacionales en la oferta o demanda de trabajo. Se habla de desempleo estacional, por otra parte, para referirse al que se produce por la demanda fluctuante que existe en ciertas actividades, como la agricultura, por ejemplo.
 

Evolución del PARO en el último mes de Marzo: 5.035.243 parados en marzo 2.013.
El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo ha decrecido en marzo hasta las 5.035.243 personas. Esta cifra se debe a que en este mes de marzo el paro ha bajado en 4.979 parados respecto al mes de febrero, o lo que es lo mismo un -0,10% menos
El total de parados sube respecto al año pasado en 284.376 (5,99% de variación).


 

El comportamiento del paro en marzo en otros años: subió en 38.769 personas el año pasado, en 2.011 subió en 34.406, en 2.010 se incrementó en 35.988 y en marzo del 2.009 se sumó 123.543 desempleados.

Por sectores económicos, el paro registrado presenta las siguientes variaciones respecto febrero: En Agricultura sube en 3.331 (1,58%); en Industria sube en 1.638 (0,30%); en Construcción sube en 772 (0,10%); en Servicios se reduce en 15.822 (-0,50%). Por último, el colectivo Sin Empleo Anterior sube en 5.102 personas (1,37%).

 

El desempleo masculino se sitúa en 2.506.091 al subir en 2.465 parados (0,10%) y el femenino en 2.529.152, al decrementarse en 7.444 desempleadas (-0,29%) en relación al mes de febrero. Si lo comparamos con marzo de 2.012, el paro masculino sube en 134.309 (5,66%) personas y el femenino asciende en 150.067 (6,31%) mujeres desempleadas.

El paro registrado subió en siete comunidades, encabezadas por Madrid con 1.712 nuevos parados, y Euskadi con 1.335, y por otro lado bajó en diez comunidades, especialmente en Islas Baleares con 3.371 parados menos, y Com. Valenciana, donde se redujo en 2.232 personas.


Escala de la situación de paro en España 2013.
 Parados por género y cualificación.
Parados según los tipos de estudios.
Manifestaciones del paro:
Disminución de ingresos en las familias.
 
Precariedad laboral.
Criminalidad.
Desmotivación de la educación.
Reducción de la demanda por la pérdida del poder adquisitivo entre los parados.
Reducción de los presupuestos del estado.
Despilfarro de recursos.
Retardo en la edad de emancipación
Paternidad atrasada y baja natalidad.
 
 

 
Referencias bibliográficas.
 




lunes, 22 de abril de 2013

Prototipos de personajes en las películas infantiles.

A continuación podemos ver algunos trailers de películas infantiles como por ejemplo:




 
 

 

 





 
 
 
 

 
Podemos observar diferentes rasgos:
 
Blancanieves: delgada, tez blanca, bella y sumisa. A cambio de realizar tareas de limpieza y cuidado en la casa de los enanitos, la dejan vivir con ellos. Inocente espera a su príncipe, quien la salvará y le dará seguridad.

Cenicienta: delgada, tez blanca, bella, ingenua y sumisa. Maltratada por su madrastra y hermanastras, pasa a ser una criada.  Con esta película se refleja que la mujer siempre ha cargado con los trabajos de limpieza y aseo del hogar, ha fregado y ordenado los armarios, ha planchado, cosido y doblado las ropas.

Pocahontas: es mujer india idealizada, guapa, fuerte, luchadora y valiente. En esta película se transmiten distintos valores ideológicos que confieren un carácter especial a la película. Se da mucha importancia a la figura femenina, mostrando a Pocahontas como una mujer valiente y que destaca dentro de su tribu por ser aventurera y no temer al peligro.

La Bella y la Bestia: es una chica guapa, soñadora, trabajadora, débil, valiente, lectora de novelas fantásticas y con una voz muy fina.
El cine ha reforzado los modelos sociales. Podemos observar patrones que estereotipan a la mujer y al hombre. Por un lado, es habitual ver en la mayoría de películas infantiles, princesas que representan la incapacidad, la estética… más que la inteligencia. Se trata de una figura mediatizada por la sociedad, disminuida (debilidad). Por otro lado, podemos observar al hombre que representa el poder, la agresividad, la fortaleza y la fuerza.
 
Por último cabe destacar que algunas películas están representando un estereotipo más igualitario, es decir, en muchas películas infantiles ya podemos ver a una mujer masculinizada, con la misma fuerza que el hombre, y que empieza a asumir un vestuario masculino para asumir esa fuerza. Por ejemplo: Pocahontas, Brave (indomable) o Mulan.

 
 
                                        


 
 

 

 

La escuela del siglo XXI.


Uso de la tecnología en la Educación


El presente video trata sobre cómo ha de ser la escuela del siglo del XXI y además  recoge las perspectivas que cada profesor y profesora tienen de las experiencias con el uso de las nuevas tecnologías en el aula.

 

A continuación incorporo una serie de características principales:

 

-Las tecnologías facilitan la integración en la sociedad.

-Son necesarias en todos los ámbitos de la educación desde los más pequeños hasta los más grandes.

-Es una herramienta que el docente debe potenciar al máximo, y a la vez sirve para que nosotros mismos nos formemos en el uso de estas tecnologías.

-Con las TIC generalmente se aprende de una forma más visual y práctica, lo que resulta más productivo y gratificante para el aprendizaje de los propios alumnos.

-Genera una clase más dinámica puesto que sacar a un niño a la pizarra y verse él mismo enfrentado a un plano digital, genera muchas más expectativas.

-Tenemos que saber sacar un mayor provecho de las tecnologías que dispongamos en el aula.

-Todo el  mundo puede utilizar estas tecnologías, puesto que están al alcance de todos.

 

La escuela del siglo XXI, es una escuela: sin fronteras, integrada, con una educación personalizada, cuenta con un gran número de profesores cualificados, posee mayores recursos, es flexible y adaptable.

 
La contribución del personal escolar, y especialmente de los profesores, es esencial para el éxito de cualquier escuela.

 
 
 

domingo, 21 de abril de 2013

El Capital Humano.

“Todo lo que el hombre puede hacer por sí mismo, ni siquiera él lo sabe. Una escala determinada de tiempo y una cosa intangible y fantasmal llamada cambio están latiendo en él” Loren Eiseley.
 
 
 

Introducción.
A lo largo de las últimas décadas, la evidencia empírica ha puesto de manifiesto que, en el ámbito de la teoría económica, el nivel educativo de los individuos constituye un elemento fundamental para explicar la productividad del trabajo, los niveles salariales, así como los flujos de entrada y salida del mercado laboral. En este contexto, numerosos economistas han tratado de explicar la relación causal entre educación, empleo y salarios, lo que ha dado lugar a múltiples formulaciones teóricas y enfoques analíticos muy diferentes.

El Capital Humano.
La teoría del capital humano representa el primer intento formalizado de vincular el nivel educativo alcanzado por los individuos y su situación en el mercado de trabajo.
 
El origen del Capital Humano.

Durante la primera mitad del siglo XX gran cantidad de economistas, seguidores de A. Marshall mostraron una tendencia a utilizar el concepto de capital como aplicable únicamente a aquella porción del capital no humano, físico, como stock de riqueza producido por el hombre y que es utilizado directamente en la producción. Luego, a mediados del mismo siglo, con Schultz al frente, se produjo un renacimiento de la aplicación del concepto de capital al hombre. Esta postura se reflejó en una gran cantidad de publicaciones económicas de Estados Unidos. De aquí se puede extraer una definición tradicional de capital humano, que supone el conjunto de habilidades, talentos y conocimientos de un individuo. La adquisición de estas capacidades implica ciertos procesos comunes: la educación formal, el entrenamiento en el trabajo y la experiencia laboral.

La formación en el puesto de trabajo.

En una de sus primeras aportaciones a la teoría del capital humano, Becker (1964) considera que, una vez que el individuo abandona el sistema educativo, (dando por finalizada su educación formal), y accede al mercado laboral, la inversión en capital humano se produce mediante la formación en el trabajo. En este caso, las decisiones de inversión suelen depender tanto del individuo como de las propias empresas.



                                 

 

La teoría del capital humano específico.
La teoría del capital humano distingue entre formación académica y específica. La primera de ellas aporta al individuo conocimientos generales que se obtienen básicamente de la formación escolar, y puede ser utilizada como herramienta válida para cualquier empresa. Por el contrario, el capital humano específico engloba aquellos conocimientos y habilidades que se aprenden en el puesto de trabajo y sólo son útiles en el mismo.

Teoría del emparejamiento o job matching.
La teoría del emparejamiento (job matching) considera que los desajustes entre el nivel de estudios del trabajador y las necesidades educativas del puesto de trabajo se derivan de la existencia de información imperfecta en el mercado de trabajo.


 Una de las predicciones del modelo es que los trabajadores permanecen en empleos en los cuales se revela que su productividad es alta, y abandonan puestos de trabajo en los que su productividad es baja. El modelo también predice que la probabilidad de separación del puesto de trabajo es una función decreciente de la permanencia en el empleo. Esto es debido a que probablemente los malos emparejamientos entre el trabajador y la empresa sean detectados en los momentos inmediatos a la aceptación del empleo.
En definitiva, las principales implicaciones empíricas de esta teoría son, por una parte, una relación negativa entre la permanencia en el empleo y el abandono, ya que si el emparejamiento es malo cabe esperar que se descubra en los primeros momentos de la relación laboral. Por otra parte, los individuos que han experimentado un gran número de abandonos posiblemente tengan un historial salarial con bajas remuneraciones.
Teoría de la movilidad profesional o career mobility (Sichman y Galor, 1990).

La teoría de la movilidad profesional considera que la existencia de desajustes educativos en el empleo y la movilidad en los primeros años de carrera laboral sirven a los individuos como mecanismos de adquisición de conocimientos útiles para su carrera laboral futura. En esta teoría, desarrollada por Sicherman y Galor (1990), los desequilibrios entre las cualificaciones del trabajador y los requerimientos del empleo desempeñado no se deben necesariamente a la ausencia de información perfecta en el mercado de trabajo, sino que responden a una estrategia para maximizar el flujo de ingresos de los individuos a lo largo de su trayectoria laboral.

De esta forma, se considera que cada trabajador elige su trayectoria ocupacional óptima, de
manera que pueda acceder sucesivamente a ocupaciones de mayor status, gracias a la acumulación de conocimientos y experiencia.

La teoría del capital humano y las competencias en la educación.

 En el marco que compete a este estudio, es importante mencionar que la UNESCO estableció una política educativa sobre la manera de aprender de los individuos, la cual contemplaba que para que se lograra la apropiación del conocimiento, además de las habilidades y destrezas, se le debía dar énfasis a “Aprender a aprender”,  aprender “a ser” y aprender “a hacer” durante la formación del estudiante, lo cual rescata la esencia del modelo educativo basado en competencias. En este orden de ideas, la globalización de la economía determina que los trabajadores sean competentes profesionalmente.






Es una inversión en educación.

La inversión en educación aparece como un elemento determinante de las trayectorias laborales de los individuos y se espera que aquéllos que hayan realizado mayores inversiones educativas tengan más éxito en el mercado de trabajo (en términos de participación, ocupación, categoría laboral, estabilidad en el empleo, ingresos, etc.) que los individuos cuya inversión educativa haya sido menor. Esta idea, aportada por Becker (1962), representa uno de los principales pilares dentro de la teoría del capital humano.
Se debe tener en cuenta dos tipos de costes. Por un lado, los denominados costes directos que son aquéllos directamente ligados al proceso educativo (matrículas, tasas, libros, material de apoyo, transporte escolar, etc.). Por otro, el individuo debe considerar el coste indirecto o de coste de oportunidad que genera la inversión educativa, representado por el salario al que el individuo renuncia al no dedicarse a trabajar a tiempo completo.
A cambio de incurrir en estos costes, los individuos esperan que su aumento en la productividad se vea recompensado en el mercado de trabajo a través de una serie de beneficios.



Por lo tanto, el objeto de la educación es formar a seres aptos para gobernar a sí mismo y no para ser gobernados por los demás.

 
 

Para finalizar os dejo un breve reportaje en el cual aseguran que la clave del futuro en España está en el Capital Humano y por tanto hay que aprender desde la infancia.

                                             



Referencias bibliográficas:
http://www2.uah.es/virginia_hernanz/EcoLaboral/Tema%203.pdf
http://www.injuve.es/sites/default/files/9321-03.pdf
http://www.turevista.uat.edu.mx/ANO%206%20NUMERO%2022/modelo-humano.htm
http://www.nuso.org/upload/articulos/2826_1.pdf