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martes, 21 de mayo de 2013

Causas de la baja participación de los padres en los Centros educativos.

Uno de los factores que está relacionado con la capacidad de la escuela para lograr más y mejores resultados de aprendizaje de los alumnos es la participación y la colaboración de los padres.

 Actualmente, la participación de la familia en los centros educativos es muy baja, por diferentes motivos. Es por ello, que tanto desde las aulas, como desde la administración pública tiene que haber un apoyo para que poco a poco se vayan estrechando los lazos de unión entre estas dos instituciones que forman parte de nuestra vida diaria.

 La baja participación de los padres en los centros educativos es debida a los siguientes aspectos:

- La baja representación otorgada a los padres y madres en los centros escolares.

- El temor de muchos colegios a que la participación de las familias sea un obstáculo para el funcionamiento de los colegios.

- Las dificultades de tipo laboral, social, etc., que tienen los padres y las madres para poder participar en la vida escolar.

 - Ausencia de responsabilidad, pues algunos padres creen que la educación de sus hijos solamente compete a la institución escolar y a los maestros, sin embargo, el compromiso de la familia es vital importancia para el desarrollo integral del niño.

Final del formulario
Para promover la participación de los padres se debe:

- Elevar el porcentaje de participación de los padres en los consejos escolares.

- Concienciar a los padres que participar significa "sentirse parte de" y que dicha participación mejorará la calidad de la enseñanza de sus hijos.

 - Organizar talleres para mejorar la comunicación entre familia y escuela.
 

Por último dejo una imagen bastante clara en la cual se verifica, que la sociedad actual ha cambiado con respecto a unos años en la forma de actuar de los padres con respecto a la escuela.

 

domingo, 19 de mayo de 2013

El cine y la educación.


 
El cine, proporciona al niño la posibilidad de sumergirse en mundos semejantes o diferentes al suyo, además de encontrar una explicación coherente del porqué de cada cosa que lo rodea y poder comprender o aproximarse a los valores de la cultura en la que vive.

Los niños son excelentes imitadores incluso durante los primeros meses de vida. Aprenden las expresiones de los padres y de personas cercanas a ellos. Como ellos imitan permanentemente, es lógico que también lo hagan con los personajes que ven en las películas infantiles.

Por lo tanto, el cine puede y debe servir de apoyo en el desarrollo del niño, se ha de adaptar a su edad y cumplir una serie de características que le otorguen una validez. El maestro ha de tener una formación que le permita conocer el lenguaje del cine, así se convierte pasados los años en un auténtico vehículo que acompaña a la literatura infantil.



Referencias bibliográficas: